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Jerusalén, peregrinaje a la tierra prometida
8 abril 2013Visitar donde nació, creció y murió Jesús es un lugar que ningún cristiano creyente desea perderse por nada del mundo. Tampoco hace falta ser religioso para experimentar uno de los lugares más emocionantes de la Tierra. Yo tuve la suerte de ir en Semana Santa y la verdad es que fue uno de los mejores viajes de mi vida.
Empezaré por el Muro de las Lamentaciones, el cual representa una pequeña parte del segundo templo de Salomón y es el lugar sagrado de la oración para los judíos. Es un lugar especial donde los hombres y las mujeres oran en partes separadas. Es uno de mis lugares favoritos para tomar fotos por la diversidad de sus creyentes. Representa el sufrimiento afligido al pueblo judío, puesto que en la antiguedad Roma destruyó toda la ciudad salvo esta parte del templo y así mismo simboliza la diáspora del pueblo judío.
Más tarde, se recomienda realizar la ruta de la Via Dolorosa hasta llegar al Santo Sepulcro, la tradición cuenta que Jesús continuó con la cruz hasta el Monte del Calvario, según la historia se le encomendó a Santa Elena la labor de construir este lugar para recordar dónde Jesucristo fue embalsamado y enterrado. Es sorprendente la devoción de los creyentes venerando y rezando esta losa de color rosáceo tan especial, se trata de la Piedra de la Unción. De acuerdo con la tradición católica, es la misma sobre la que yació el cuerpo muerto de Jesús mientras fue limpiado y perfumado por la Virgen y por María Magdalena antes de ser depositado en el sepulcro.
A cualquier hora del día, el Santo Sepulcro está lleno de visitantes.
Cerca del Santo Sepulcro, se encuentra la Iglesia cristiana Etíope, es muy corrente durante el periódo festivo de Semana Santa que miles de etíopes peregrinen a Jerusalem para orar a Dios. Este iglesia fue construída en 1893 por Johannes I, emperador de Etiopia. El león que adorna la puerta es el símbolo de esta comunidad muy orgullosa de su religión. El día de Jueves Santo se celebra una de las mayores congregaciones en esta iglesia, los etíopes celebran La Última Cena danzando y cantando y es un espectáculo imprescindible durante estas fechas.
Jerusalem es un lugar único, es admirable cómo conviven 4 religiones en su ciudad amurallada: la judía, donde habitan los Dossi (ultraortodoxos judíos), la ortodoxa, dominada en su mayoría por ciudadanos de origen armenio, la cristiana y la musulmana. La ciudad amurallada consta de 8 puertas grandes entre las que destacan la puerta de Damasco, por la cual se accede al animado zoco musulman y la puerta de Jaffa, la más transitada ya que por esta puerta se llega al barrio cristiano y judío.
Es común observar algunas de estas procesiones características de la Semana Santa y es asombroso ver las tradiciones típicas de todas las congregaciones religiosas que toman lugar en un espacio tan reducido como la ciudad amurallada de Jerusalem.
Desde lo alto del Monte de los Olivos se ve la mejor panorámica de la ciudad y entre otras cosas, se alcanza a ver la reluciente Cúpula de la Roca (Dome of the Rock), que sobresale por encima del resto de construcciones legendarias. Para mí este emblemático lugar encarna la joya de la corona de Tierra Santa. Es un santuario, una hermosa cúpula que cubre la roca del Sacrificio frustrado por Dios de Abraham a Isaac y desde la cual el Profeta Mahoma se reunió con Alá en los cielos. Se trata pues de uno de los mayores lugares de peregrinaje del Islam del mundo.
Destaca aquí también uno de los mayores y más famosos cementerios del mundo, el cementerio judío. Mucha gente paga cantidades desorbitadas (algunos alrededor de un millón de euros) para que cuando fallezcan sus cuerpos sean enterrados aquí. Según la biblia, en este lugar se celebrará el Juicio Final. Es también relevante la presencia de tumbas de personalidades bíblicas tan importantes como Zacarías o Ageo.
Mea Shearim es el barrio judio más famoso de Jerusalem, me impactó mucho porque parece que nos hemos trasladado a un lugar más propio del siglo XIX que de ahora, abundan los señores vestidos con el traje habitual, levita y sombrero negro, destacan los tirabuzones que les cuelgan por las zonas de las patillas. Las mujeres, en cambio, llevan la cabeza rapada, cubierta con un pañuelo o simplemente llevan una peluca. Aconsejo a aquellos que viajen a Jerusalem ir con extrema precaución si deciden entrar a este barrio puesto que a ellos no les gusta nada ver a turistas merodeando por sus calles.
Una de las escapadas más especiales que puede hacer un turista desde Jerusalem es a Belén (en territorio Palestino). Aquí destaca el Campo de los Pastores (Sherperds´field), el lugar donde un ángel bajó del cielo para avisar a los pastores de que el Jesús había nacido. Muchos peregrinos llegan hasta aquí para visitar la Iglesia de la Natividad, lugar donde nació Cristo. Aparte de esto, es agradable callejear por sus mercadillos, zocos y demás recovecos.
Es curioso echar un vistazo al muro que separa el lado Palestino del Israelí donde cientos de artistas han acudido desde hace años a grafitear sus paredes como medidas de protesta por la represión israelí.
La verdad es que visitar Jerusalem me parece una de las decisiones más acertadas e inolvidables que un turista puede experimentar, a pesar del cierto grado de inseguridad que rodea al país, durante mi estancia en Israél, Jerusalem fue un ejemplo de sabiduria, tolerancia y respeto a todos los niveles.
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