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Tokio, insólita urbe que oscila entre la tradición y modernidad
20 mayo 2013
Tokio, la bella y moderna urbe nipona que deslumbra a todo visitante que osa visitarla tanto de manera independiente como en tour organizado, ha logrado mantenerse al margen del resto del mundo. Su tradición y modernidad le otorgan el derecho de ser una de las mayores urbes mundiales en peligro de extinción.
Totalmente de acuerdo con uno de los mayores expertos en Japón, Chris Rowthorn, "Japón es un pequeño planeta maravilloso que flota cerca de la costa de China".
Un breve paseo por Tokio muestra al turista que está en un lugar verdaderamente especial, los baños más curiosos me los he encontrado en Tokio, parecen los de un transbordador espacial. Se come en Tatamis, se duerme en una especie de capsulas, los turistas se alojan en un ryokan (altamente recomendado), los taxis están inmaculados y los conductores de taxis llevan guantes blancos, ya puede haber cientos y miles de personas en el metro que no se oirá una mosca y al turista le llamará la atención que todos los japoneses están jugando con el móvil, y como esto muchas más cosas...Tokio es un descubrimiento diario, una satisfación personal para el turista.
Vayamos por partes, Tokio es la capital de una isla orgullosa y vigorosa, hasta hace apenas 120 años estuvo vetada a los extranjeros y además, al contrario que la mayoría de los países asiáticos, nunca fue colonizada por una potencia extranjera de ahí que sea sencillamente extraordinario contemplar cómo conserva este país sus tradiciones en un mundo globalizado y en continua evolución.
Cuando por fín se logra entender un poco la dinámica del metro, una parada obligatoria es Shibuya, llena de neones, salones recreativos y carteles luminosos donde el futuro es ya una realidad, para mi fue un museo en vivo de urbanidad japonesa, el cruce de Shibuya es seguramente la intersección más famosa del mundo.
Harayuku a su vez se trata de mi destino favorito, está lleno de jovenes nipones con el pelo teñido de todos los colores vestidos de Manga (fenómeno Otaku), con lentillas de diferentes formas, colegialas con faldas cortas, gothic lolitas y demás personajes curiosos que pasean calle arriba y calle abajo orgullosos de su forma de ser por una de las calles más curiosas del mundo, Takeshitadori, una calle de 400 metros de largo como mucho, lleno de tiendas independientes con nuevas tendencias con respecto a la moda.
Es fácil moverse por la capital nipona, ETokio posee la red ferroviaria interurbana de tren y metro más extensa del mundo, el metro es usado por más de 2.800 millones de usuarios anuales.
También hay que conocer Ginza, esta zona representa a Tokio lo que Central Park a Nueva York o el Retiro a Madrid. Es un distrito comercial en el que a finales del siglo XIX se levantaron edificios de corte moderno. Hoy en día la clase alta nipona vive en esta zona. Este distrito impacta nada más salir del metro donde la cartelería indica cientos, miles de restaurantes, boutiques o Grandes Almacenes. Una mirada desde los bajos del edificio San´ai te lleva al Tokyo de las tiendas, del tráfico, de infinidad de japoneses cruzando en orden y silencio los pasos de cebra en diagonal. En su mayoría van trajeados y arreglados, aunque no es difícil toparse con alguna Coz-play (que visten como los comic manga) o incluso con un monje mendigo, ataviado con ropajes del templo, sombrero de paja y haciendo sonar una campanilla mientras camina despacio por las ajetreadas calles del lugar. Ciudad de contrastes donde las haya.
Asakusa merece la pena ser visitado, más que nada por sus templos tan famosos y tan venerados por la población local, se trata ni más ni menos del barrio más antiguo de Tokio. Durante los días festivos, suele haber mucha gente visitando los templos y también últimamente se ha convertido en un lugar de celebraciones de bodas. Representa el Tokio más tradicional. El distrito más espiritual y religioso de la ciudad. A este lado del río Sumida se yerguen importantes templos tanto budistas como sintoístas, siendo el más importante de todos ellos Senso-ji. El templo más visitado de Tokyo fue construido en el Siglo VI d.C y dedicado a la Diosa Kannon, después de que según la Leyenda unos pescadores se encontraran la estatua de dicha Diosa en el río, y volviera siempre a ellos por mucho que la dejaran donde estaba.
Otro jornada hay que pasarla visitando el distrito de Shinjuku, el Tokio más contemporáneo y futurista, lleno de rascacielos y un lugar ideal para comer bien y barato. "Lost in Translation" y "Blade Runner" han sido grabadas aquí ambas, especialmente esta última ofreciendo un panorámica magnífica de 360 grados sobre el cielo de Tokio. Shinjuku es un centro de ocio que nunca descansa.
De aquí pasamos a Kabuki-cho, el barrio rojo. El origen de este nombre viene de los planes que se realizaron en 1940 acerca de la posibilidad de construir un teatro kabuki en la zona. Aunque nunca llegó a materializarse el proyecto, el nombre se conserva. Hay alrededor de 300 bares, nightclubs, hoteles del amor, salas de masajes, casas de citas, cabinas de vídeo porno y espectáculos de striptease, todo ello orientado tanto a mujeres como a hombres. Luces de neón, borrachos, tribus urbanas... El único inconveniente es que todos estos servicios están destinados más bien para un público local y no para los extranjeros. Es seguramente el barrio rojo mas seguro del mundo, aunque dicen que la Yakuza (mafia japonesa) todavía tiene sus influencias en la zona.
En el corazón de Tokio y al otro lado de la estación de Otemachi se encuentra el Palacio Imperial, residencia de la familia imperial japonesa y emplazamiento original del Castillo de Edo de los shogun Tokugawa que dominaron Japón desde el año 1600 hasta el año 1867. Los jardines interiores y los edificios de palacio están obviamente cerrados al público. El paseo por los jardines es muy agradable.
En el barrio de Ginza y para concluir una más que fabulosa estancia en Tokio, resulta imprescindible visitar Tsukiji Market, el mayor mercado mayorista de pescado y productos marinos del mundo. Se calcula que mueve 2.000 toneladas diarias. En el exterior se puede tomar sushi en los restaurantes que hay alrededor de este mercado. En el interior se vende de todo, desde sardinas hasta atunes, pasando por algas o caviar, sin olvidarnos de los mejillones, ostras y demás bivalvos. Un placer para los amantes del pesacado y demás productos marinos. El mercado tiene su máxima actividad entre las 5:00 y las 8:00, algunos negocios empiezan a cerrar hacia las once, y cierra para su limpieza a las 13:00, por lo tanto toca madrugar para visitar este must-do.
Tokio es la ciudad más poblada del planeta con cerca de 31 millones de personas, resulta una cita ineludible por su faceta camaleónica. Hay muchas imágenes de Tokio: la tradicional, la futurista, la moderna, la elegante, la clásica...Aunque al principio la acogida pueda resultar fría, Tokio es una bella dama deseosa de ser descubierta.
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