EL MUNDO DE AZCÁRATE

• Vistas de la ciudad de Guanajuato desde el cerro Pipila. Ni el mejor pintor lo hubiese pintado igual de bien.
   

21 de diciembre de 2011. No habían transcurrido ni 12 horas desde que me había bajado del avión y el olor a frijoles y enchiladas de un vendedor local penetraba intensamente en mis orificios nasales del mismo modo que Messi lo hace en el área rival. Una estación de autobuses obsoleta y repleta de gente ansiosa por marchar cerca de una gran urbe, 37 grados centígrados y unos cuantos sombreros charros despejaban cualquier tipo de duda, 3 años después volvía a estar en México.

México es un caleidoscopio de culturas, paisajes, selvas, playas, ciudades y montañas. Su accidentada topografía montañosa ha generado un estilo de vida y unas tradiciones muy accesibles para el viajero. Y a eso hay que sacarle partido.

La parte de México que voy a describir a continuación rehúye del México "todo incluido". Es una de las zonas más bellas e infravaloradas de todo el país. No tiene tanto turismo y puede resultar placentera de recorrer.

Este recorrido por México Oriental comienza en la ciudad de Guadalajara (estado de Jalisco), segunda ciudad del país con 5 millones de habitantes y al viajero le queda una sensación de acogedora para lo que es su tamaño. Está repleto de calles peatonales y de plazas salpicadas de fuentes. Se respira cultura por toda la urbe, no en vano, Guadalajara es un enorme centro cultural, industrial y comercial en toda la región.

• Templo de San Agustín en Guadalajara.

No se puede dejar de visitar la Plaza de Armas, la bella Catedral del siglo XVII donde destacan las decoraciones exteriores de estilo barroco y neoclásico. La Plaza de los Mariachis, de noche, es un lugar espectacular, aquí fue donde nació la música mariachi.

Y para los amantes de la bebida, Jalisco les ofrece una grata sorpresa, a tan solo 50 kmts de Guadalajara se encuentra el pueblo de Tequila, se pueden visitar algunas destilerías donde se ofrecen catas y pasear por sus agradables adoquinadas calles. Lo más relevante de la ciudad es Mundo Cuervo, productor de la marca de tequila José Cuervo, una catas de margaritas excelentes.

Cuando yo fuí a Guadalajara, tuve la suerte de asistir la Feria Internacional del Libro, una de las mayores muestras promocionales de libros de toda América Latina. Ya veis que en esta zona de México el viajero encontrará grandes dosis de entretenimiento. Es una oportunidad única para sumergirse en el verdadero México.

Aguascalientes es mi siguiente parada, es uno de los estados más pequeños de México. Es un territorio básicamente agrícola compuesto por tierras fértiles donde se cultiva el maíz, los frijoles y la fruta. El nombre de la ciudad proviene de las fuentes de las aguas termales. Destaca la restaurada catedral barroca del siglo XVIII.

• La catedral barroca del siglo XVIII

 

Aquí tuve la suerte de reunirme con mi amigo Luís Manuel, el mejor fotógrafo de la ciudad, quien tuvo el detalle de llevarme a una boda donde él trabajaba como fotógrafo, fue un momento único y en el que disfrute muchísimo. Las diferencias entre una boda mexicana y una española son notables, la manera de celebrar y festejar el evento en donde por ejemplo todos los comensales realizan la famosa conga y bailan con los novios en medio del banquete llaman la atención a quien no es mexicano.

La mejor época para viajar a Aguascalientes es en abril, durante la Feria de San Marcos, se trata de la feria anual más grande de todo México. Hay que reservar alojamiento con antelación porque la ciudad acoge durante esos días a más de un millón de habitantes. Todo el tumulto se centra alrededor de Expoplaza y se organizan un sinfín de acontecimientos culturales como el Festival Internacional del Cine, rodeos, corridas de toros, conciertos gratuítos...

 

 

• Retratos de los novios y familiares de una boda en Aguascalientes.

Zacatecas se puede denominar, con todo el respeto a Mexico DF, el corazón de México. Zacatecas se encuentra en un territorio azotado por el viento en el que las únicas distracciones son unos espectaculares paisajes rocosos salpicados por ocasionales aldeas coloniales. La leyenda dice que los colonizadores españoles extraían la plata y demás riquezas de América mientras los conquistados cargaban con la construcción de majestuosas catedrales a imagen del Viejo Mundo. Testigos preferentes fueron algunas de sus esplendorosas ciudades como Zacatecas, una de las más ricas de América en su tiempo.

• Un lujor poder ver la famosa catedral de Zacatecas desde una terraza de un bar cercano.

Al viajero le llamará la atención el número de cactus esparcidos alrededor de la ciudad, los habitantes viven de las minas que los españoles descubrieron en la zona. Lo más agradable es la mezcla de encanto europeo con tradición más popular. Zacatecas no es un destino muy solicitado por los viajeros pero bien merece la pena una visita a, por ejemplo, su Catedral, de piedra rosada y expresión del barroco más mexicano, con su fachada principal y sus armoniosos relieves, se ha ganado a pulso ser declarada Patrimonio Mundial por la Unesco.

• La catedral vista desde la parte de atrás.

Las vistas desde el Cerro de la Bufa son estupendas y todos los viajeros deberían subir para dar fe de ello.

Siguiendo la ruta establecida llegamos a Guanajuato, una de mis ciudades mexicanas preferidas y donde tuve el gusto de despedir la Nochevieja del 2010. Es una maravillosa ciudad encajada entre las pendientes de un barranco, con calles estrechas serpenteando por las laderas y cuyos magníficos edificios construidos en la época colonial permanecen intactos y convierten a Guanajuato en un monumento viviente.

Hoy en día, es una ciudad universitaria con un excelente ambiente estudiantil.

Un paseo por sus preciosas plazas principales, los bulliciosos ejes de la vida social de Guanajuato, es una buena introducción a su centro histórico: El elegante teatro Juárez, la plazuela de los Ángeles, la plaza San Roque, la plaza de la Alhóndiga hasta llegar al callejón del beso. Es el más estrecho de todos los callejones, en él los balcones de las casas de ambos lados prácticamente se tocan. En esta calle, según la leyenda, vivía una familia acomodada cuya hija se enamoró de un minero. Tenían prohibido verse pero los amantes siguieron viéndose e intercambiar besos furtivos desde sus respectivos balcones.

• La Basílica de Guanajuato.
   

Merece la pena subir al Pípila solo para disfrutar de las solemnes vistas de la ciudad.

Mi tour por México Oriental finaliza en San Miguel de Allende, pueblecito cosmopolita con un centro nacional histórico, a tan solo 2 horas de Guanajuato, constituye uno de los mayores atractivos de la región.

La masiva presencia de residentes extranjeros ha revitalizado la localidad pero no se ha convertido en una bohemia ciudad como muchos piensan. San Miguel es conocida por su maravillosa arquitectura colonial y encantadores calles adoquinadas.

• Las vistas de San Miguel de Allende con su imponente parroquia de San Miguel Arcángel son un regalo de esta zona de México.

 

Otra ciudad Patrimonio de la Humanidad en donde destaca la parroquia de San Miguel Arcángel con sus pináculos rosados, diseñados por Zeferino Gutiérrez, basado en una postal de una iglesia belga del siglo XVII. Es también interesante visitar el Templo de San Francisco con su elaborada fachada churrigueresca de finales del siglo XVIII o el Templo de la Salud. Hay un mirador al sudeste de la ciudad desde donde se obtienen las mejores vistas de la ciudad.

Puede que las pausadas sonrisas de sus habitantes tengan que ver con el clima de esta región, quizás sean sus monumentos históricos y sus construcciones arquitectónicas. Sea lo que sea, lo que hace a México Oriental tan especial es que sus habitantes son tan acogedores como las exuberantes paisajes urbanísticos que las rodean. Esta región puso la semilla en la síntesis cultural de México y es aquí donde se respira un ambiente transcendental. Se vaya donde se vaya, el viajero acabará seducido por la simpatía y afecto de sus gentes. ¡Viva México!

• Catedral de Guadalajara (Jalisco).