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Verano en aguas turquesas menorquinas...
4 agosto 2014- Estampa de la cala de Macarelleta, una de las más famosas.
Menorca, la isla más bonita de España, tiene todo lo que satisface a un viajero: centenares de recónditas calas, cálidas aguas color turquesa, preciosos pueblitos, unas fiestas tradicionales espectaculares y unos restos arqueológicos prehistóricos. Las pequeñas dimensiones de la isla la convierten en un destino cómodo para recorrer todos sus caminos y llegar hasta el último rincón para darse un baño en la cala más remota aunque se disponga de un tiempo limitado. Menorca es bastante diferente al resto de islas Baleares, lo cual lo hace mucho más especial.
Cala Mitjana: Resumen de lo que nos vamos a encontrar en Menorca: Fina arena blanca, frondoso pinar, limpias aguas transparentes. Pero no queda aquí, el paseo llega hasta Cala Trebalúger, otros 20 minutos andando...¿Qué queréis que os diga? Playa extensa, virgen y nudista.
- Cala Mitjana no es solo una calita sino todo el entorno que lo rodea...
- Cala Trebáluger, algo más escondida...
Calas Macarella/Macarelleta: Seguramente las 2 calas más bellas de la isla, situadas en la parte sur de Menorca separadas por un pequeño acantilado. Objetivo de todos los fotógrafos, representan la esencia de la cala salvaje menorquina sin urbanizar, con un acceso penoso y con el bosque a pocos metros del mar. Conviene madrugar en julio y agosto porque se pone a tope enseguida y los parkings por lo general a primera hora de la mañana se llenan.
- Típica postal de Macarella y sus barquitos.
- El agua es tan clara que parece que la gente nada en el cielo.
- Preciosa imagen entre el azul claro del mar y el azul oscuro de las algas y rocas.
Cala Pregonda: Estampa típica de cala de la costa norte, de arena rojiza, de difícil acceso y con un bar donde tomarse una cervecita. Una maravilla totalmente salvaje.
- Cala Pregonda, otra cala de lujo.
Sa Cavallería: Playa virgen de la costa septentrional de 700 metros de longitud, preciosa y con un hermoso contraste entre su arena ocre y el azul del mar. Cala Pilar es otra cala en el norte de la isla definida por sus tonos rojizos, también se puede jugar con el barro.
- Sa Cavallería, una de las más famosas de barros.
- Así se puede embadurnar de barro en esta playa.
- Otra calita desocupada a la derecha de Sa Cavalleria.
- Cala Pilar, en el norte de Menorca.
Excorsada: El trayecto desde la playa de Binigaus hasta esta inhóspita cala dura aproximadamente una hora. Conviene llevar buen calzado y agua. La cala está rodeada de un exuberante pinar. Cuando hace brisa suele haber bastante oleaje.
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Desde la playa de Binigaus hasta Excorsada hay aproximádamente 45 minutos y conviene llevar buen calzado.
- El paraje hacia Excorsada es precioso, por momentos recuerda a costas australianas o californianas.
El descenso hasta la playa de cala Turqueta, sigue un barranco densamente poblado por pinos y encinas, la sorpresa final es una paradisiaca playa de claras aguas color turquesa. El mayor inconveniente es que su parking es el primero que se suele llenar por lo que toca madrugar.
- Agua cristalina, por algo es Cala Turqueta.
- ¿Hace un bañito?
Y para despedir, Cala Blanca, no es la mejor ni mucho menos, es muy pequeña y se llena enseguida pero le tengo cariño porque en esta zona de la isla es donde nos alojamos y esta fue la primera y la última cala en la que me bañé durante mi viaje. Por eso le hago un pequeño homenaje y la incluyo entre las "must-see" calas.
Si todavía no tenéis plan para este verano y no queréis gastar mucho dinero pero flipar con playas espectaculares (vamos como todo el mundo), Menorca es vuestro destino.
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