EL MUNDO DE AZCÁRATE

• Alaska, tierra de sueños y destino de infinitos bosques y majestuosos glaciares.

Aunque la capital es Junneau, Anchorage es la ciudad más grande de todo el estado. La mitad de sus 630.000 habitantes viven aquí. Es lo primero que se conoce cuando se llega a Alaska puesto que todos los aviones aterrizan en esta ciudad. No tiene encanto pero yo recomiendo visitar un pequeño arroyo a escasos 15 minutos andando del downtown de la ciudad en el que con algo de suerte pescadores nativos celebran haber pescado salmón rojo.

La Península de Kenai es imprescindible para perderse unos cuantos días. La excursión del crucero es la más importante, es el punto de partida para navegar por el Parque Nacional de Kenai Fjords, admirar sus fiordos, ver desprenderse témpanos de hielo de un glaciar, avistar ballenas, orcas y leones marinos. A solo 13 kilómetros de Seward, este encantador pueblo, está el Glaciar Exit, lo verás tan cerca que casi puedes tocarlo con la mano. Si tienes tiempo y fuerza física, hay un trekking (Harding Icefield Trail) que sube hasta lo alto de este glaciar y permite disfrutar de unas vistas espectacualres del inmenso campo de hielo. 

• Un crucero por los fiordos de Kenai es la mejor manera no solo a acceder a espectaculares glaciares accesibles por mar sino también a avistar fauna.

Imprescindible, bajo nuestro punto de vista, recorrer con paciencia los 215 kilómetros de la Denali Highway, una carretera de grava cuyos paisajes dejan al turista con la boca abierta. La sensación de libertad al conducir por esta carretera hasta llegar al Parque Nacional de Denali es impagable. Conducir por esta autopista silvestre supone disfrutar de una fauna salvaje que la recorre hambrienta y la utiliza para dormitar aprovechando el calor que el asfalto acumula durante horas.

Denali es maravillarte con la naturaleza virgen que te rodea, avistar osos en silencio, hacer trekkings espectaculares y, si con suerte disfrutar de las vistas del pico más alto de todo Estados Unidos: el Mount McKinley de más de 6194 metros.

• El Parque Nacional Denali, el más salvaje y más visitado de toda Alaska.

Alaska es un territorio muy extenso, bastante más grande que el centro de Europa pero solo el 10% se puede visitar por vía terrestre. El otro 90% del estado se visita o en barco o en avión.

Un viaje que contiene en sí mismo la esencia de la aventura por eso Alaska, más allá de ser uno de los últimos estados en pertenecer al imperio americano es un mito, pura leyenda.