EL MUNDO DE AZCÁRATE

Hombres buenos, 'ultima novela de Arturo Perez Reverte, es la historia del almirante don Pedro Zárate y el bibliotecario don Hermógenes Molina, ambos académicos de la Real Academia Española, que reciben la difícil tarea de ir en busca de la Encyclopédie francesa, de D’Alembert y Diderot.

Nada más y nada menos que 28 tomos de una encuadernación de la Razón misma que buscaba a finales del siglo XVIII servir de luz entre una inabarcable oscuridad. No resulta para nada un viaje fácil, pues habrá quienes torpedearan el viaje de los academicos con el fin de impedir el desarrollo auténticamente libre de la sociedad espanol del siglo XVIII.

Los años en los que se desarrolla la obra son tiempos convulsos, como siempre, Pérez Reverte incluye mucha documentacion y se nota que la novela esta muy bien trabajada.  En esta época se produjo un auténtico enfrentamiento entre la Razón y un pensamiento dogmático y reaccionario. Nuevos pensadores, filósofos y científicos aportaron lo suficiente para engendrar la liberación de la Trece Colonias británicas en Norteamérica y el caldo de cultivo de lo que luego fue la Revolución Francesa. Nuevas ideas que optaban por un pensamiento racional, empírico y alejado del misticismo más rancio. Por entonces en Espana habia un monarca ilustrado, como fue Carlos III. Porque también eran años de Inquisición, de un poder eclesiástico inmovilista que reprimia todo aquello que le podia llegar a afectar.

Sirviendo de antecente, es precisamente por esto por lo que el viaje de don Pedro Zárate y don Hermógenes no es tarea fácil. Precisamente serán dos de sus compañeros académicos los que tratarán de impedir que las ideas que representa la Encyclopédie lleguen a España (como no, una vez mas la tipica envidia española). Estos son Manuel Higueruela y Justo Sánchez Terrón. Ambos representan a la oscuridad, al poder reaccionario, con sus dos caretas. El primero es un periodista ultraconservador y católico que cree en la sotana como única autoridad. El segundo es un filósofo liberal, vanidoso y envidioso que solo cree en su filosofía como la única vía de escape posible. Los dos se alían para impedir que los académicos logren su objetivo de traer la enciclopedia sana y salva de vuelta a España.

Hombres buenos es una novela con tintes melodramaticostres ingredientes que sustentan la trama; por un lado, la minuciosa descripción y contextualización del momento; por otro, la reflexión, con la que el escritor plantea el debate y muestra las ideas de la época para deleite del lector atento. Son los personajes de la novela los que sirven para poner voz a las ideas ilustradas de los siglos XVII-XVIII y es la forma en que Pérez Reverte demuestra que son ideas más de actualidad y necesarias que nunca.

La trama no deja de ser un viaje peligroso, con obstáculos a superar y situaciones de acción y tensión que inquietan a los lectores. De hecho, el libro comienza con un duelo en pleno París, un hábito de la época. 

París cobra una dimensión especial y se nota que es una ciudad bien estudiada por el escritor. De sus protagonistas, sobre los que sobrevuela cierta inspiración quijotesca, me encanta la amistad que se forja entre estos dos hombres buenos a pesar de sus diferencias (uno de ideas más conservadoras y otro liberales). En definitiva es una novela que me ha gustado gracias no solo a su planteamiento y su reivindicación de la Cultura, sino también a su capacidad para entretener e instruir por igual.