EL MUNDO DE AZCÁRATE

3 meses después de recorrer las archifamosas piramides de Giza o los majestuosos templos de Luxor me dispongo a iniciar un nuevo viaje, esta vez en el que fuera el centro del mundo durante siglos, en la pasarela de los saberes de Roma,Persia o China.

Conozco a varios viajeros que han peregrinado por estas tierras y me han hablado maravillas de un país de tan solo 22 años de existencia (nació a raíz de la desintegración de la URSS en 1991).

Minaretes, cúpulas, templos, especias, desierto y hasta barcos varados es lo que quiero encontrarme en mi viaje de Semana Santa. Uzbekistán posee unos lugares marcados como imprescindibles se mire donde se mire, una santísima trinidad de ciudades históricas y Patrimonio de la Humanidad con un peso esencial en la mencionada Ruta de la Seda y las cuales poseen los mejores monumentos del país.

Llegaré a Tashkent y de ahí iniciaré mi marcha por Uzbekistán visitando Samarkanda, corazón de Asia Central con su Registán y su plaza señorial. Bukhara, por su famosa ciudad amurallada y sus animados bazares y terminaré en Khiva con sus azulejos tan azulados, su desiertos y castillos a los alrededores.

Estoy deseando visitar y caminar por la Ruta de la Seda, ese camino inmaterial que recorrían los comerciantes y mercaderes, ese lugar donde una vez fue el centro del mundo, el nudo de comunicaciones más importante ente Asia y Europa, allá cuando el terrible ejercito liderado por Genghis Khan aterrorizaba a las poblaciones locales o como cuando Marco Polo asentó los primeros pasos cruzando esta famosa ruta.

Ya no queda tiempo, Uzbekistán me está esperando, os cuento a la vuelta.