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The Americans Temporadas 1-6
8 mayo 2023Philip y Elizabeth Jennings son el típico matrimonio americano de clase media de Washington: dueños de una pequeña agencia de viajes, tienen dos hijos entrando en la adolescencia y una bonita casa en un barrio residencial. Una familia normal. Bueno, o eso piensan sus vecinos y allegados. Nosotros, sin embargo, hemos conocido a esta pareja en otro contexto muy ajeno al de la tranquilidad del típico hogar americano de la era de Reagan. Estos “Americans” juegan a las apariencias desde el primer instante, no sabemos bien quiénes son y, desde luego, no son quienes dicen ser. Pelucas, identidades falsas, peleas, secuestros y secretos de estado… Una pareja de agentes soviéticos encubiertos, con una sólida tapadera de normalidad americana con familia incluida.
La serie, por otra parte, es una interesantísima hibridación de géneros, que va desde la acción y el misterio del espionaje hasta el drama íntimo, y que también se adentra a pasitos en lo histórico.
Un escenario histórico marcado por los últimos años de la Guerra Fría: 1980-1989, años tan intensos que no en vano fueron calificados como una “segunda guerra fría” ya que el protagonismo de Reagan, el cambio en las políticas de las dos superpotencias y la llegada de Gorbachov al poder generaron nuevas tensiones desconocidas hasta el momento. La carrera armamentística, Sudáfrica, la “guerra” por Latinoamérica, la sangría soviética en Afganistán, la guerra química y biológica, los sectores reaccionarios comunistas ante el deshielo soviético y, sobre todo, la realidad de los espías “ilegales” que la KGB siguió tratando de infiltrar en EE.UU. hasta la década de los 80 son algunas de las realidades históricas sobre las que se construye la serie.
Los casos reales de Jack Barsky, infiltrado de la KGB en New York que acabó dejándose seducir por el American Dream, o el caso de Elena Vavilova y su marido, infiltrados en Canadá, que fueron descubiertos y deportados a Rusia junto con sus dos hijos adolescentes, son también algunas de las historias reales que han inspirado a la serie.
Creo que The Americans es una serie de personajes, capaz de combinar el ritmo y la acción de las secuencias más trepidantes de la vida del agente secreto, con la calma, las conversaciones y el tiempo que requiere la creciente madurez de cada uno de sus protagonistas.
The Americans opta por una línea recta en su interpretación, las tramas paralelas y las distintas velocidades narrativas para llegar sana y salva a su última temporada. Un viaje apasionante, plagado de personajes secundarios con arcos narrativos interesantísimos que orbitan alrededor de Philip y Elizabeth. Me gusta la originalidad de la serie, que no se debe tan solo a sus peculiares protagonistas asentados en la doble, triple o cuádruple vida, y la continua contradicción entre los ideales soviéticos y la comodidad del American Dream. Nuestros héroes son esta peculiar familia (con tantos dilemas morales incluidos por ese matrimonio laboral y unos ingenuos e ignorantes hijos 100% americanos) y eso ya nos sitúa en una posición moral incómoda.
Mención especial merece el agente del FBI Stan Beeman, vecino de los Jennings que trabaja precisamente en contraespionaje, aquí es donde la serie no rehúye preguntas incómodas sobre lealtad, conciencia, identidad, verdad o amor. A pesar de enfrentarnos a personajes políticamente antagónicos, The Americans busca universalizar lo humano, con un acento claro en el tema del matrimonio. La serie va desarrollando numerosas subtramas y presenta toda una galería de personajes secundarios de lo más variado, consiguiendo solidez y unidad al mantenerse siempre fiel al núcleo de la historia: las intrigas geopolíticas afectan a la educación de los pequeños Jennings, Paige y Henry; los avances del FBI embrollan el corazón de Stan y su lealtad con su amigo Philip y su informante Nina; los desencuentros matrimoniales empañan y obstaculizan complicadas tramas de espionaje, las decisiones tomadas por los dirigentes de la embajada salpican las conciencias de Philip y Elizabeth…
Es curioso también comprobar cómo el alto contenido sexual que rodea la vida matrimonial de los Jennings va reduciéndose a medida que el amor, como afecto y compromiso sólido entre ellos, aumenta y se consolida. La carga sexual de la serie se focaliza entonces en las relaciones “laborales” de Philiph y Elizabeth, el sexo se manifiesta así como violencia y cebo para atraer a sus víctimas con un resultado brutal, en el sentido más etimológico del término. Lo interesante del caso es de nuevo el dilema moral que todo esto va generando en el matrimonio y que es el auténtico nudo gordiano de toda la serie. Los actos no son amorales y acaban dejando su huella en ese lugar tan íntimo que es la conciencia. Va a resultar que no todo vale en la Guerra Fría ni en el amor. Philip, y después Elizabeth, acabarán por darse cuenta de ello, y se darán cuenta precisamente cuando acepten que la vida encierra mucha más verdad que la ideología.
The Americans, que había cosechado varios premios por sus interpretaciones en el inicio de la serie, logró alzarse en 2018 con el Emmy a mejor escritura de serie dramática, el premio del Sindicato de Guionistas a la mejor serie dramática (2019) y el Golden Globe a la mejor serie dramática (2019), entre otros. La verdad, una vez más, acaba por emerger. Más allá de los premios, The Americans deja una interesantísima historia, una serie sólida y convincente que cala tanto en el corazón como en la cabeza del espectador.
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