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Years & years - Temporada 1
30 septiembre 2024Gran serie de una sola temporada (lástima que solo dure una temporada) donde todo se precipita con la irrupción de Vivienne Rook, una política deslenguada y populista que conecta claramente con los instintos más primarios de una sociedad que sufre las consecuencias de un sistema profundamente caníbal y viciado. Una política que nos recuerda al magnate Donald Trump o a Marine Le Pen que se viraliza por unas declaraciones en las que asegura que el conflicto palestino-israelí le importa, literalmente, “una mierda”.
Russell T. Davies lo divide en seis episodios, en los que cuenta un periodo de quince años (2017–2032) a través de la familia Lyons, que sirve como termómetro y pequeño grupo muestra del Reino Unido. A través de sus reuniones familiares, sus idas y venidas y sus conflictos, los Lyons trasladan a la pantalla la deriva cáustica de un mundo que se derrumba sobre sus habitantes. La caída del sistema financiero, el ocaso de la política tradicional, la corrupción moral, la deconstrucción de la familia, la traición a la historia o el peligro tecnológico son algunas de las múltiples columnas vertebrales de la obra.
La producción de BBC y HBO aboga por una puesta en escena eléctrica y de ritmo frenético en la que predomina un montaje en crudo que ofrece los saltos temporales (las elipsis de cumpleaños en cumpleaños mediante las que pone en pantalla los primeros años) como uno de sus elementos característicos. Así las cosas, los nuevos fascismos, la posverdad trumpista o las posibilidades de uso gubernamental de la tecnología sirven como reflexión en una obra que, pese a sus innumerables trampas, consigue mantener despierto al espectador gracias a la identificación que tiene lugar con la familia Lyons (el éxito de Years and Years radica en que cualquier familia podría ser la familia protagonista).
Por ejemplo, En el primer episodio, el que nos muestra el ascenso de Vivienne Rook, la familia Lyons acude a las urnas con diferentes posturas. De forma inteligente, la escritura de Davies nos permite acceder a una discusión política en torno a la mesa (y al asistente digital Signor, una suerte de Alexa posmoderno) en la que cada uno muestra sus convicciones de cara a las elecciones. Tories, laboristas, neoliberales… e incluso quienes abogan por el voto nulo como castigo al sistema. Lo que votamos es lo que define nuestro futuro más inmediato y más lejano. Hacerlo es necesario, como vemos en ese futuro distópico de Years and Years. No hacerlo tiene consecuencias; como no rebelarse ante las pequeñas injusticias cotidianas que van cambiando el mundo y aceptar cada uno de los pequeños cambios.
Years and Years va de más a menos, de la sugerencia a lo explícito, de la imagen al discurso. La serie de Russell T. Davies comienza dando mucha más importancia a lo que muestra para terminar entregándole el poder de su obra a lo que dice. Y en ese punto, aunque pueda perder algo de impacto en lo meramente sociopolítico, lo gana, sin lugar a dudas, en lo emocional. En un último tramo en el que la producción rompe con el ritmo nos quedan dos mensajes, como legado. La primera que asegura que “cuando la tiranía se hace ley, la revolución es un derecho”; la segunda, y más emotiva, en un brillante final abierto que funciona como adiós a Edith, la entrañable abuela de la familia, que nos traslada al punto más lejano del camino, tan solo somos la suma de todo el amor que damos y recibimos.
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