EL MUNDO DE AZCÁRATE

Para muchos críticos de televisión, The Wire es una de las mejores series que hayan existido jamás. Voy a corraborar por qué es tan buena esta serie:

The Wire no es solo una serie policiaca, tiene un nivel narrativo que ya quisieran muchas peliculas y series de televisión tener. El escenario es Baltimore, La ciudad con mayor índice de pobreza, marginación y delicuencia de EE.UU. Hay más de trescientos asesinatos al año (al nivel de países del tercer mundo). Pero The Wire va más allá de eso...Posee un ingenio y una sutileza de diálogo muy dificil de alcanza, hay críticos que dicen que es perfectamente comparable a un retrato literario por su calidad y capacidad de influencia sobre los espectadores.

Me va a ser complicado resumir lo que significa esta serie: No se centra solo en la labor policial e investigación del narcotráfico. Son 5 temporadas y cada una tiene lugar en una sede diferente. Aunque el principio de la 1ª temporada me pareció lento y soso, tengo que decir que inmediatamente me enganché a una serie que maneja un número alto de personajes, pero es que hasta los secundarios son imprescindibles en esta trama, además de carismáticos.
La primera temporada se centra en los barrios marginales de Baltimore y la lucha de clanes por su posesión y distribución. La segunda, sobre los tejemanejes de los sindicatos portuarios y sus conexiones con la inmigración ilegal, la tercera va sobre las elecciones regionales y todos los problemas que conllevan una administración: burocracia, corrupción policial,  ambición desmedida por el poder...La cuarta probablemente sea mi favorita con nuevos personajes, se cuestiona el sistema educativo y la impotencia que significa dar clase a futuros gangsters. La última temporada se acerca al mundo de los medios de comunicación y se ve hasta qué punto se puede llegar a manipular según qué noticias con el fin de conseguir determinados intereses.

Tampoco los sucesos ni los personajes se corresponden con lo que estamos acostumbrados a ver en televisión. La trama se sustenta sobre un tejido narrativo de enorme complejidad argumental con múltiples relatos secundarios estréchamente entrecruzados entre sí. La variedad de los escenarios y de las situaciones desborda ampliamente todo lo que está acostumbrado a asimilar el espectador, lo cual demanda un alto grado de interés y esfuerzo más allá de lo habitual.

En algunos casos, se adquiere más o menos simpatía por según qué personajes: es el caso de Jimmy McNulty, su sentido de la justicia lo mete en más de un problema...Al principio se trata de un personaje principal pero es que conforme avanza la serie nos damos cuenta de que no existen héroes en sí. Omar Little puede ser el Robin Hood del guetto, es el único que no se olvida de su código de honor quien primero la toma contra los Barksdale y luego contra Marlo Stanfield.
Stringer Bell, todo un caballero del barrio es un personaje muy interesante así como el detective Freemon, Boadie Broadus o  el comisario Bunk.

Por todo esto, la gente se atreve a decir que estamos ante una serie antológica.La verdad es que la productora HBO no solo ha elaborado un excelente producto televisivo sino que alcanza el prototipo de obra maestra televisiva. Aún estáis a tiempo de verla.