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Westworld - Temporadas 1,2 & 3
30 noviembre 2020La primera temporada de Westworld, una superproducción con la que HBO pensaba recoger el testigo que dejará Juego de Tronos en 2019, fue todo un éxito. Espectacular, fabulosa, con mucha intriga...Eso sí, ¿qué ocurre generalmente con las series que explotan de éxito en su primera temporada? que el listón queda muy alto de cara a las siguientes temporadas...
En esta 1ª temporada por un lado, tenemos la fuga de Maeve y por el otro, el final del viaje de Dolores. Es un final de todo menos convencional. Con Ford liándola hasta el último momento y los anfitriones liberados una vez que han conocido el laberinto.
En la segunda temporada, en la cual los efectos especiales están muy presentes y la trama es una continuación a un nivel un tanto inferior a la primera, no ha habido ese sentimiento de confrontación violenta entre humanos y anfitriones. Salvo la batalla en el fuerte y en la meseta, los enfrentamientos se han limitado a pequeñas escaramuzas en las que las no-muertes han brillado por su presencia.
En cambio esta tercera temporada me ha defraudado mucho. Es cierto que ha ganado en síntesis narrativa y en acción, pero ha perdido gran parte de las señas de identidad que hicieron grande a la serie y, sobre todo, que la hicieron única: una trama cocida a fuego lento anclada en las grandes preguntas de la ciencia ficción en lugares tan anacrónicos como el Oeste americano o el Japón de los shogun. De hecho, el tan cacareado debate sobre el libre albedrío se ha limitado a las mismas preguntas en las mismas situaciones cíclicas durante estos ocho capítulos. Además, tengo la sensación de que, tras el último episodio de la primera temporada, los creadores no saben qué hacer con muchos de sus personajes, lo que ha sido sangrante en la tercera temporada con Maeve, Bernard o William. Personajes sin rumbos, Caleb (Aaron Paul) que no encajan muy bien en la trama o, en el caso de Maeve, con la misma tambaleante motivación, impropia de la primera anfitrión que adquirió la autoconciencia.
Ni la ambientación ni la trama son originales. No hay ni una sola escena que evoque a la primera temporada, más allá del descubrimiento de los múltiples Dolores. Ni siquiera la banda sonora está a la altura de las temporadas anteriores. Y no hablemos de los múltiples tiroteos, rodados de forma muy convencional y con la narrativa del héroe invencible contra múltiples balas.
Westworld ha sido renovada por una cuarta temporada. El único motivo que me haría volver a verla es el pensar en esta tercera tanda de episodios como una narrativa de transición entre el final de Westworld y el del viejo mundo. La muerte (esperemos, definitiva) de Dolores podría suponer el revulsivo que la serie necesita.
Mientras tanto, tocará esperar...
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