EL MUNDO DE AZCÁRATE

EL PAÍS DE LAS ÁGUILAS

Son tan abundantes las bellezas naturales de Albania que cabe preguntarse por qué tardó 30 años en despegar como destino turístico tras el derrumbe del comunismo. Gracias a dicho aislamiento el país ofrece singulares atractivos comenzando por la pintoresca Shkoder, corazón palpitante de Albania, yacimientos arqueológicos olvidados (Butrinto y Apollonia), ciudades Patrimonio de la Humanidad como Berat y Gjirokaster y playas como las de Ksamil que rivalizan con las del Mediterráneo. Que Albania haya vivido ignorada por el mundo no parece importales a los albaneses, quienes siguen viviendo de un modo caóticamente relajado y poscomunista.

CONSEJOS:

- Es curioso ver por todo el país los búnkeres (algunos creativamente pintados y otros intactos) construídos durante la época de Ever Hoxha (1950-1985) para repeler cualquier tipo de invasión.

- Infraestructuras turísticas aún bastante precarias. Las playas del sur se abarrotan de gente en verano mientras que los alpes albaneses en el norte (PN Theth) representan un plan ideal para los amantes del trekking. Gente extremádamente amable dispuestos a conocer al turista y a ayudar lo que haga falta. Precios bastante asequibles comparados con el resto de Europa del Este.